El núcleo y los ribosomas
Introducción
Imagina que tienes una información
extremadamente valiosa. Imaginemos que se trata de un plano. De hecho, no es
solo un plano para una casa o un auto, ni siquiera para un avión de combate
ultra secreto. Es el plano para un organismo entero –tú– y no solo especifica
cómo construirte, sino que también proporciona información que le permite a
cada célula de tu cuerpo mantener su funcionamiento en todo momento.
¿Suena importante, verdad?
Probablemente querrías mantener esa valiosa información en un lugar seguro,
quizá en una bóveda protegida donde puedas vigilarla. De hecho, eso es
exactamente lo que las células eucariontes hacen con su material genético, lo
guardan en un depósito rodeado de membrana llamada núcleo.
El ADN eucariota nunca deja el
núcleo, sino que se transcribe (copia) en moléculas de ARN que pueden salir de
él. En el citosol, algunos ARN se asocian con estructuras llamadas ribosomas y
dirigen la síntesis de proteínas. (Otros ARN tienen otras funciones en la
célula, ya sea como componentes estructurales del ribosoma o en el control de
la actividad génica). Aquí veremos con más detalle la estructura del núcleo y
los ribosomas.
El
núcleo
El núcleo (en
plural núcleos) alberga el material genético de la célula, el
ADN, y es también el lugar donde se producen los ribosomas, las máquinas
celulares que sintetizan proteínas. Dentro del núcleo, la cromatina (el ADN
envuelto en proteínas que se describe más adelante) es almacenada en una
sustancia gelatinosa llamada nucleoplasma.
La envoltura nuclear rodea
al nucleoplasma y está compuesta de dos capas de membrana: una externa y otra
interna. Cada una de estas membranas tiene dos capas de fosfolípidos
organizadas con sus colas apuntando hacia el centro (formando una bicapa de fosfolípidos).
Existe un pequeño espacio entre las dos capas de la envoltura nuclear, el cual
está conectado de manera directa con otro orgánulo membranoso, el retículo endoplásmico.
Los poros nucleares son
pequeños canales que atraviesan la envoltura nuclear y permiten la entrada y
salida de sustancias. Cada poro esta recubierto por un conjunto de proteínas,
llamado complejo de poro nuclear, que controla qué moléculas pueden entrar o
salir.
Si miras una microscopía del núcleo,
notarás, según el tipo de tinción que se haya utilizado para visualizar la
célula, que hay una mancha oscura dentro de él. Esta región oscura es el nucléolo y es el sitio donde se ensamblan los ribosomas
nuevos.
¿Cómo se produce un ribosoma? Algunos
cromosomas tienen secciones de ADN que codifican para ARN ribosomal, un tipo
estructural de ARN que se combina con proteínas para crear un ribosoma. En el
nucléolo, el ARN ribosomal nuevo se une con proteínas para formar las
subunidades del ribosoma. Las unidades recién hechas son transportadas a través
de los poros nucleares hacia el citoplasma, donde pueden hacer su trabajo.
Algunos tipos de células tienen más
de un nucléolo dentro del núcleo. Por ejemplo, algunas células de ratón tienen
hasta 666 nucléolos.
Los procariontes, que carecen de núcleo, tampoco tienen nucléolos y sus
ribosomas se ensamblan en el citosol.
Cromosomas
y ADN
Ahora que ya tenemos una idea de la
estructura del núcleo, veamos con más detalle la información genética que
guarda: el ADN. La mayoría del ADN de un organismo está organizado en uno o
más cromosomas, cada uno de los cuales es una cadena muy
larga o un aro de ADN. Un solo cromosoma puede tener muchos genes diferentes.
En los procariontes, el ADN
normalmente está organizado en un solo cromosoma circular (un aro). En cambio,
en los eucariontes, los cromosomas son estructuras lineales (cadenas). Cada
especie eucariota tiene un número específico de cromosomas en los núcleos de
las células de su cuerpo. Por ejemplo, una típica célula del cuerpo humano
tiene 464646 cromosmas,
mientras que la de una mosca de la fruta tiene 888.
Los cromosomas solo son visibles como
estructuras distintivas cuando la célula está lista para dividirse. Cuando la
célula se encuentra en las fases de crecimiento y mantenimiento de su ciclo de
vida, los cromosomas parecen más bien un montón de hilos enredados. En esta
forma, el ADN está accesible para las enzimas que lo transcriben a ARN, lo que
permite que se use la información genética que contiene (se exprese).
Ya sea en su forma suelta o compacta,
las cadenas de ADN de los cromosomas están unidas a proteínas estructurales,
entre ellas una familia de proteínas llamadas histonas (ve la imagen
siguiente). Estas proteínas asociadas al ADN lo organizan y compactan para que
pueda caber en el núcleo, y también ayudan a determinar qué genes están activos
o inactivos. El complejo formado por el ADN y sus proteínas estructurales de
soporte se denomina cromatina. Aprende
más acerca del ADN, la cromatina y los cromosomas en el artículo sobre ADN y cromosomas.
Para darte una idea de lo importante
que es empaquetar el ADN, piensa que el ADN de una célula humana típica mediría
alrededor de 222 metros de
largo si pudiera extenderse en una línea recta. Esos 222 metros de ADN
entran en un pequeño núcleo cuyo diámetro es de apenas 0.0060.0060, point, 006 mm.
¡Eso es una proeza "geométricamente equivalente a meter 404040 km (242424 millas) de un
hilo extremadamente fino en una pelota de tenis.
Ribosomas
Como se mencionó anteriormente,
los ribosomas son las máquinas moleculares
responsables de la síntesis de proteínas. Un ribosoma está conformado por ARN y
proteínas; cada ribosoma consiste de dos complejos separados, conocidos como
subunidades grande y pequeña. La subnunidad grande se encuentra encima de la
pequeña, con una cadena de ARN comprimida entre ambas. (Un ribosoma se parece
un poco a una hamburguesa con un bollo grande arriba y un trozo de tocino
saliendo de cada lado).
En los eucariontes, los ribosomas
obtienen sus órdenes para sintetizar proteínas del núcleo, donde se transcriben
segmentos del ADN (genes) para producir ARN mensajero (ARNm). Un ARNm viaja
hacia el ribosoma y este usa la información del transcrito para sintetizar una
proteína con una secuencia de aminoácidos específica. A este proceso se le
conoce como traducción. Los procariontes
carecen de núcleo, por lo que sus ARNm se transcriben en el citoplasma y pueden
ser traducidos de manera inmediata por los ribosomas.
Los ribosomas eucariontes pueden
estar libres, es decir, que flotan en el citoplasma, o adheridos al retículo
endoplásmico o a la parte exterior de la envoltura nuclear. (En el primer
diagrama de este artículo, los puntos rojos representan a los ribosomas
adheridos; el retículo endoplásmico con ribosomas adheridos se conoce
como retículo endoplásmico rugoso).
Debido a que la síntesis de proteínas
es una función esencial de todas las células, los ribosomas se encuentran en
prácticamente cualquier tipo de célula de los organismos multicelulares, así
como en los procariontes como las bacterias. Sin embargo, las células
eucariontes que se especializan en la producción de proteínas tienen números
particularmente grandes de ribosomas. Por ejemplo, el páncreas es responsable
de producir y secretar grandes cantidades de enzimas digestivas, por lo que las
células pancreáticas que hacen estas enzimas tienen un número inusualmente
elevado de ribosomas.
Dato curioso final: como un
testimonio a la importancia que tiene el ribosoma, se otorgó el premio Nobel de
química de 2009 a tres investigadores que mapearon su estructura y movimientos
hasta el nivel de sus átomos individuales por medio de una técnica llamada
cristalografía de rayos X.
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